domingo, 6 de abril de 2008

lo que se viene...

todavía recuerdo la emoción de haber entrado al staff de fierro, en ese momento nada había entre la fierro y el cielo.
estaba en la cima del comic.
me daban ocho páginas para mí solito. con guión y dibujos propios. el sueño del comic de autor en la revista mas copada.
si no fuera ateo hubiera bailado con los ángeles.

esta semana dicen los medios que el mejor orgasmo es el que dura entre 3 y 9 minutos. poco no?
bueno, así fue.

un día coincidí en la editorial con el dibujante que mas admiraba del equipo: pablo páez. nos confesamos mutua admiración, nos descubrimos un tanto inclasificables y compartimos la sospecha que no eramos los favoritos de la gran familia.
ese mismo día nos comunicaron que pasábamos a la sección óxido de fierro. una especie de playroom donde jugaban los chicos problema. un lugar de privilegio compartido con la nueva generación que se estrellaría con la muerte editorial de los noventa.
sin embargo, no había forma de dejar de sentir que había pasado de las sección pro a la amateur.

igual, que mas podía pedir? tenía cuatro páginas para mí solito en la sección outsider de la mejor revista de historietas de la capital de las historietas.
con mi habitual humor caústico la renombré jiúrban dáiet, ya que era la versión light (al menos en espacio) de la serie original.
y era una referencia a que en los años en que la población corría el riesgo de vivir poco y pasar las de caín, se comenzaba a promover la comida light para mejorar la longevidad y calidad de vida!
la nueva serie ya no daba para narrar una aventura completa, así que era como breves historias paralelas alrededor del mundo de jiúrban. una cámara mas cercana al personaje.

como lo conté muchas veces, mis mas fuertes influencias eran will eisner y jack kirby.
kirby bajó la cantidad de cuadritos por página con lo cual le dió esa velocidad vertiginosa a sus comics y hasta se atrevía a regalarnos con una página de un sólo dibujo, como una tapa de regalo dentro de la historia.
otro generoso del espacio era will eisner que en cada número de spirit desarrollaba al máximo su destreza e ingenio en la página de presentación que no necesariamente estaba en la primera página. era como el título de una peli. emocionante, con gracia y estilo.
yo utilizaba estos formatos como parte de la estética básica de mi serie.

al pasar a óxido, a los editores no les gustó que de cuatro páginas una fuera un sólo dibujo completo. argumentaron que era "una avivada", que cobraba por un solo dibujo como si fuese una página.
hasta ahí llegué.
les expliqué que para mí así era el lenguaje de mi historieta, me dijeron que debía ceñirme al formato que me pedían y les mandé un comic de renuncia que nunca se publicó.

esta es la historia de jiúrban dáiet.

4 comentarios:

Fabián Fucci dijo...

Qué pena lo de Fiero, bue, por algún lado tenía que salir el argentinismo. Espero que no siempre sea así.

marcelo pont dijo...

si, fabián. sobre todo creo que fue uno de los detonantes para desestimularme en continuar con mi oficio de autor de comics. también fue una actitud adolescente el no seguir luchando por seguir en este oficio. cosas que sólo el cambio de perspectiva te hace ver.
de todos modos, fierro fue la primera revista que respetó el derecho de autor y gracias a que devolvían puntualmente los originales es que pude escanear y republicar jiúrban online.
una de cal, una de arena.
pero si es curioso como los argentinos tenemos tendencia a maltratarnos y no cuidar de los propios talentos.
el gran desafío es tratar de cambiar el argentinismo que no nos gusta por uno que nos guste.
pero que laburo, no?

Catriel Tallarico dijo...

que buen trabajo, es excelente, te felicito, el laburo a tinta es tremendo.
te mando un abrazo
el rayo catriel.

marcelo pont dijo...

gracias, rayo!
abrazo inmenso!